Comparar precios y optar por segundas marcas, permite ahorros de hasta 20%

Los consumidores arman sus estrategias para combatir a la inflación que según el Gobierno llegará en todo este año al 17%, contra un 40% que las consultoras privadas y el IPC Congreso midieron en todo 2016. Para defenderse de los aumentos, los platenses no solamente forman grupos y van a los mayoristas para hacer stock y abaratar costos de los productos no perecederos o aquellos frescos que más se consumen en la casa; sino además se han volcado a las denominadas segundas marcas, aquellas que son más baratas y que ya representan una seria competencia para las líderes, que pierden terreno.

Volcarse a las marcas alternativas permite ahorrar en promedio un 20%, según un relevamiento realizado por este diario en supermercados locales, donde los comerciantes aseguran que sus clientes llevan cada vez más los productos con envases “menos conocidos”.

El 40% de inflación que las consultoras midieron 2016 hizo que cayera el poder de compra de los argentinos, por lo que las segundas marcas elevaron sus ventas durante el último año.

Un estudio de la consultora Scanntech publicado recientemente por un medio porteño, señala que las marcas líderes vieron caer sus ventas un 1,9%, mientras que las más baratas crecieron un 1,5%. En este segmento toman protagonismo las marcas mayoristas que “consolidan el 1,3% del mercado en el acumulado del año y tienen una tendencia positiva”, indica el informe de los especialistas.

Las marcas mayoristas pueden estar 15% por debajo del precio promedio y engloba a Molto, Aro, M&K, San Remo, Santa Isable, Fronton, S&P y Marolio. En este grupo, los productos más consumidos son puré de tomate, conservas, esponjas, pastas secas, aceite y arroz.

En el grupo de las primeras marcas, los productos que redujeron sus ventas fueron las hamburguesas, limpiadores, tinturas, barbacoas, condimentos y bronceadores.

Desde la consultora aseguraron que el 31% de los consumidores comenzó a comprar marcas propias en alimentos y no perecederos; el 27% busca las opciones más económicas en productos de higiene y cuidado personal y el 31% lo hace en el rubro de limpieza y hogar.

RELEVAMIENTO Y TESTIMONIOS

En los lácteos, productos de limpieza, yerbas y bebidas, son los rubros en los que se nota más la diferencia entre las marcas líderes y aquellas que buscan mayor espacio en el mercado.

Juana Castellanos junto a su familia concurre habitualmente a uno de los hipermercados de la Ciudad a realizar la compra mensual: “Ahora me fijo mucho los precios. Yo creo que hay productos de primera marca que no se pueden reemplazar por la calidad, pero existen otros que son perfectamente reemplazables e incluso me resultan mejores los que cuestan más baratos”, sostuvo la vecina.

Por su parte, Julio Caro, otro vecino platense, dijo que “el mes pasado, sin medir lo que agarraba de las góndolas, gasté en mi compra mensual $5200, y ahora seleccionando los productos y revisando bien los valores gasté $4.100. La diferencia se nota y por eso hay que elegir”, sostuvo.

Otro relevamiento realizado por la consultora Focus Market, durante el año pasado y dado a conocer recientemente, indica que en 2016 las marcas más caras concentraron un 42,5% del mercado, lo que representa una pérdida de 1,9% de participación frente al año anterior.

Mientras que “el segmento que se desarrolla es el de las marcas baratas que crecen 1,5% en el acumulado anual”. A su vez, “las marcas mayoristas consolidan el 1,3% del mercado en el acumulado del año y tienen una tendencia positiva”, destaca el informe de la consultora.

Los números del estudio son ratificados cuando se le consulta a la gente en los supermercados y a los propios comerciantes.

Por cierto, Hugo Lucena, a cargo de un supermercado de la zona de Las Quintas, dijo que “se hace sentir la presencia de las segundas marcas; los clientes las eligen cada vez más y hay algunas que son de gran calidad, compitiendo con las líderes que sin bien siguen vendiéndose, han perdido algo de terreno. Pasa por ejemplo con la leche, los quesos, los embutidos y se da mucho con los productos de limpieza, donde realmente se nota la diferencia de hasta 30% en algunos casos”.

EL MAYORISTA, OTRA MODALIDAD QUE CRECE

En épocas de inflación los vecinos platenses se organizan para ganarle al aumento de precios y ahorrar dinero.

“El mes pasado fuimos al supermercado mayorista con mi amiga y compramos en cantidad. La familia de ella son cuatro igual que nosotros. Trajimos seis paquetes de yerba, diez paquetes de arroz, diez botellas de gaseosa, veinte paquetes de fideo, cuatro pack de leche entera, seis paquetes de azúcar, seis desodorantes y otros alimentos no perecederos. Gastamos en total unos cuatro mil pesos entre ambas, pero sabemos que a la larga vamos a ganar plata. Comprar todos los días en el barrio es un presupuesto grande”, contó Olga Marchetti que vive en Punta Lara y ahora prefiere las compras “grandes”.

Se trata de una tendencia que crece en la Región según dijeron a este diario los comerciantes del rubro almacén. Por eso ya no llama tanto la atención observar los estacionamientos de los hipermercados y los mayoristas repletos de autos y changos hasta el tope. La gente que puede compra en cantidad porque, según aseguran, saben que dentro de dos o tres meses algunos productos ya valen más caros.

Hasta 2015, el 11,4% realizaba sus compras en supermercados mayoristas, ahora esa cifra subió al 30,7%, según la encuesta de Consumidores Responsables.

“Es una forma práctica de combatirle a la inflación, dicen los economistas que observan el fenómeno, y agregan que “por ejemplo, quien hace dos o tres meses compró aceite y aún la conserva, yerba, fideos o bien varios paquetes de arroz, ya hizo alguna diferencia de dinero porque todo subió de precio”.

Los supermercados de la Región que también advierten esta forma de compras que adoptan sus clientes según dijeron a este diario, apuntan a que en las góndolas haya ofertas “por llevar en cantidad”. Así, es común encontrarse con carteles que anuncian que si se adquieren, por ejemplo, dos botellas de leche, la tercera no se paga y así con varios productos.

Más allá de las diferencias que puedan hacerse comprando al por mayor en negocios dedicados exclusivamente a esa modalidad, comprar en cantidad en los supermercados y hasta en los almacenes de barrio también genera ahorro.

Teresa Diotto, vecina de Tolosa, asegura que “si se puede hacer eso es ideal, porque hoy es un precio y a los dos o tres meses sabes que va a ser más caro. Y cuanto más grande pueda ser la compra, más dinero se ahorra. En mi casa tenemos un stock de ciertas mercaderías”.